Durante la Revolución mexicana, varios sectores subalternos aprovecharon las posibilidades de cambio que trajo el levantamiento armado para participar en el panorama político, de la cual siempre habían estado marginados. El sector obrero fue uno de los actores emergentes que pelearon por su propio ideal de revolución, no en los ejércitos armados, sino en las fábricas y en las calles. De esta forma, los trabajadores lograron plasmar sus principales demandas en la Constitución de 1917, una de las legislaciones obreras más avanzadas de la época. Está investigación aborda este proceso mediante una de las organizaciones obreras más antiguas en México. Desde los primeros intentos de organización de los electricistas, hasta el estallamiento de la huelga general de 1916, se muestra la influencia de los trabajadores en la formación del gobierno revolucionario y en la sociedad mexicana.