Las organizaciones modernas suelen adquirir su software de gestión por factores "personales" y sin ningún análisis técnico. Este problema, no hace distinción entre pequeñas o grandes empresas, regionales o internacionales, con o sin fines de lucro, extractivas, productivas o de servicios. Se propone segmentar en etapas el proceso el proceso que debería transitar cada empresa para la elección de un software adecuado. En la selección de software, se destacan las necesidades funcionales, técnicas, del proveedor y de servicios. Por último, y como resultado de este proceso, se está en condiciones de afrontar una implementación de software.