Ante la existencia de un embarazo no planeado y/o no aceptado, las mujeres se enfrentan a diferentes opciones: continuar con el embarazo y crianza del futuro hijo/a; continuar con el embarazo y entregar en adopción el producto de la gestación al término de la misma; o abortar. Todas estas opciones individuales solo podrán ejercerse de forma segura en la medida en que el entorno donde habita la mujer ofrezca las condiciones necesarias para ello. Parte de estas condiciones habilitantes están relacionadas con la actitud y práctica de los profesionales de la salud quienes son, en últimas, los encargados de ofrecer a las mujeres información y servicios de calidad. El estudio de tesis aquí presentado parte de la hipótesis de que la posición del personal de salud frente al aborto está influenciada por sus aprendizajes, vivencias y apropiaciones de género, encontrándose que aquellos con visiones más tradicionales suelen tener valores negativos frente al derecho de las mujeres a decidir; modelos de atención paternalista y asistencial; una fuerte asociación entre mujer y maternidad; y una preferencia por la legalización del aborto solo en circunstancias particulares.