El éxito estético de cualquier restauración protésica depende de la elección correcta de la forma, el color y el acabado de la superficie. Reproducir las propiedades ópticas de un diente natural, para garantizar el biomimetismo, es un verdadero reto estético dada la subjetividad de la elección visual. La elección de la guía de colores debe estar bien meditada, respetando un protocolo eficaz y teniendo en cuenta las tres dimensiones del color: luminosidad, saturación y tonalidad del diente. Para normalizar esta etapa y mejorar su fiabilidad, se han desarrollado herramientas de ayuda e instrumentos objetivos de medición del color. El objetivo de este artículo es definir la fisiología de la percepción del color y repasar las propiedades ópticas de los dientes. A continuación, se explica el protocolo clásico de medición del color. La última parte se centra en la contribución de la tecnología digital durante esta etapa.
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