La adherencia de la rodilla es una de las principales preocupaciones tras la cirugía de rodilla, cuyo tratamiento es difícil. La inyección de toxina botulínica A (BTX-A) ha demostrado su eficacia en el tratamiento de la adherencia de la rodilla tras la cirugía. Sin embargo, aún no se han determinado los resultados del tratamiento ni el mecanismo de acción. La formación de adherencias en la rodilla es una complicación frecuente tras la cirugía de rodilla. Se calcula que la tasa de artrofibrosis tras una artroplastia total de rodilla (ATR) es del 8-12% y la tasa tras una reconstrucción de ligamentos es del 0-4%, y es de hasta el 7% tras una fractura de la meseta tibial de alta energía. La artrofibrosis de rodilla provoca rigidez, disminución de la amplitud de movimiento y dolor. La pérdida de amplitud de movimiento de la rodilla afecta al suministro de nutrientes al cartílago, lo que provoca la degeneración del cartílago y, finalmente, la pérdida de función de la rodilla. Una amplitud de movimiento de la rodilla de 0 a 125° es adecuada para las actividades de la vida diaria de las personas. Una pérdida de extensión de 5° en la articulación de la rodilla aumenta significativamente el consumo de energía del músculo cuádriceps y produce cojera.
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