En este texto se intentó consignar algunos acontecimientos tragicómicos de una existencia, esto es, apenas un esfuerzo por tramitar simbólicamente aquello que hacía agujero y producía dolor mortífero. Por último, se develan algunas alegorías de sentido halladas al final de un largo trasegar psicoanalítico a través del recorrido de los tres tiempos lógicos en términos lacanianos: ver, comprender y concluir.