La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera al alcoholismo como un problema de salud pública en algunos países, entre los que se encuentra México. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA, 2002) el 9.6% de los varones que habitan en zonas urbanas cumplen el criterio de dependencia del DSM-IV. La situación de consumo, puede crear suficiente intensidad en los problemas de pareja y rigidez para el cambio, llegándose a manifestar desórdenes de la personalidad en la esposa (Neville, Bradley & Bunn, 1991). Tales situaciones muestran argumentos que señalan la necesidad de buscar estrategias para resolver estos conflictos con la pareja del bebedor problema.