Las consecuencias del colonialismo, especialmente en el África subsahariana, siguen siendo evidentes hoy en día debido al estilo de gobierno que utilizaron los colonialistas. El interés no era mejorar los estados colonizados, sino explotar los recursos de los colonizados e influir en su forma de pensar y razonar para que los colonizadores se beneficiaran perpetuamente y crearan una dependencia infinita. Este libro pone en perspectiva el debate sobre cómo las instituciones y las leyes coloniales configuraron la trayectoria de la gobernanza y están repercutiendo en la aplicación de los derechos humanos en Zambia y en su desarrollo actual. Hasta ahora, Zambia sigue teniendo leyes que se elaboraron durante la época colonial. La policía, el parlamento y las prisiones siguen tomando como modelo las creaciones coloniales. Muchos años después de alcanzar la independencia, el país sigue lidiando con las prácticas coloniales. ¿Cuál podría ser la razón por la que los líderes no cambian estas instituciones y leyes coloniales? ¿Quién se beneficia exactamente de estas instituciones y leyes que se establecieron sobre la base de la opresión y el embrutecimiento de los pueblos africanos? Zambia tiene que superar el enigma resultante de las diferentes actividades coloniales.
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