La administración iv de contrastes en radiología diagnóstica es imprescindible para la detección de muchas patologías que pasarían desapercibidas sin su utilización. Tanto la Tomografía Computerizada (TC) como la Resonancia Magnética (RM) emplean estas sustancias para la adquisición de imágenes que complementan los estudios basales. En la patología del sistema nervioso (SN) los estudios de RM son superiores a los de TC fundamentalmente por su definición anatómica y superioridad den contraste de tejidos. Sin embargo existe un grupo de complejas patologías que afectan a la dinámica y distribución del líquido cefalorraquídeo (LCR) en los compartimentos craneal y espinal cuyos estudios por imagen habitual son insuficientes para llegar un diagnóstico. Hasta hace poco tiempo estas patologías se estudiaban mediante cisternografía/mielografía con contraste soluble yodado intratecal (TC- CMCCYI) o mediante cisternografía con radioisótipos (CR). Sin embargo estudios recientes han demostrado la superioridad de la RM cisternografía/mielografía con administración de contraste paramagnético intratecal (RM-CMCCPI), aunque su uso clínico está restringido.