El libro del amor, sexo y pecado en Mérida colonial fue calificado por un lector "como algo que nunca debió haberse escrito", porque muestra las formas de relacionarse sentimentalmente los hombres y las mujeres, y las modificaciones que esos vínculos han experimentado en el transcurso de la historia, específicamente en la Hispanoamérica colonial. El autor se atreve a poner sobre el tapete aquellos valores y códigos establecidos en la Mérida hispánica por la Iglesia católica. Una mirada efectiva al rígido control religioso a causa de la visión pecadora del sexo; que ordenaba la persecución y castigo a los criollos que establecían enlaces amorosos "no santificados" por el matrimonio. Además, en Amor, sexo y pecado el lector encontrará narraciones de apasionantes amoríos y el aspecto psicológico de la cultura criolla. Una nueva vertiente "en la que se destacan los invaluables aportes de Foucault donde ya no se habla de la sexualidad en singular, sino en plural a fin de resaltar la interminable gama de conductas y comportamientos eróticos susceptibles de ser historiados. El análisis se realiza de manera implacable sobre las fuentes documentales inéditas del periodo estudiado.