Dura tarea la que le espera a la filosofía latinoamericana que, no sólo quiere superar la tradición occidental y los usos lingüísticos provenientes del norte, sino también reconstruir con lo mejor de ésta y los aportes de Nuestra América, una filosofía con anclaje cultural. Se trata entonces, de seguir desarrollando la subjetividad, de reflexionar de mejor forma sobre este espacio donde se funde el cuerpo, el lenguaje, la conciencia y la realidad. Con todo lo anterior, el texto de Amelia Gallastegui, es un paso adelante en múltiples vías que tiene la filosofía latinoamericana para seguir desarrollando su tendencia emancipadora. Gustavo Celaya-Honduras