El hormigón es probablemente el material de construcción más utilizado en el mundo. La adición de materiales cementantes suplementarios (MCA) en el hormigón ha aumentado espectacularmente junto con el desarrollo de la industria del hormigón, debido a la consideración de ahorro de costes, ahorro de energía, protección del medio ambiente y conservación de los recursos. Sin embargo, la preocupación por el medio ambiente, tanto en lo que se refiere a los daños causados por la extracción de materias primas como a la emisión de dióxido de carbono durante la fabricación del cemento, ha generado presiones para reducir el consumo de cemento mediante el uso de materiales suplementarios. La mezcla de una gran cantidad de materiales residuales, como cenizas volantes, metacaolín, cenizas de cáscara de arroz, escoria de alto horno granulada molida, etc., se está realizando en gran medida en la fabricación de hormigón de alto rendimiento (HPC). Se ha trabajado mucho en la sustitución del cemento por cenizas volantes y micro sílice, que han dado buenos resultados en cuanto a resistencia y durabilidad. La actual metodología de mezcla binaria (mezcla de un material cementante suplementario con cemento) y ternaria (mezcla de dos materiales cementantes suplementarios con cemento) ha mejorado el rendimiento del hormigón.
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