Es cuestión de tiempo para que la gasolina sea reemplazada. Hace muchos años existieron varios combustibles alternativos; diversos medios para generar una fuerza motriz y mover un vehículo. Con el paso de los años, el transcurso del tiempo y los avances científicos, el ser humano desarrolla tecnologías que no solo beneficia a la sociedad si no que aparte de ello busca la manera de enriquecer los bolsillos de sus inversores. Aquello no está mal, después de todo; de eso se trata cuando se invierte en una investigación, lo que si está mal es la ética del investigador al callar la verdad y más aún cuando trata de sesgar sus resultados por fines económicos. Aquellos investigadores dejan de ser científicos y se convierten en asesinos de una sociedad vulnerable a la ausencia de información. En este pequeño artículo se trata de demostrar que los combustibles alternativos como recurso renovable beneficia a la humanidad tanto en contaminación como en consumo.