La novela histórica ha sido objeto de debate por su naturaleza interdisciplinar y por la crisis que atravesó o, más bien, la redefinición que sufrió el propio género. En los últimos años se ha constatado un renacer de la novela histórica italiana, un género a través del cual un gran número de escritoras y escritores, inconsciente o deliberadamente, ha escogido la historia como telón de fondo de sus narraciones. Una de las aportaciones más novedosas a la novela histórica, tanto por la renovada visión de la historia como por la especificidad de los recursos literarios, ha venido de la mano de las escritoras quienes, desde una perspectiva excéntrica, narran la microhistoria a través de voces femeninas.