La regulación mexicana en la etapa de exploración de un proyecto petrolero es emitida y supervisada por diferentes órganos gubernamentales (principalmente por la Comisión Nacional de Hidrocarburos), y está conformada principalmente por cuatro lineamientos que regulan los ¿planes de exploración y desarrollo para la extracción de hidrocarburos¿, las ¿autorizaciones para el reconocimiento y exploración superficial¿, la ¿perforación de pozos¿ y la ¿cuantificación y certificación de reservas¿. Dichos lineamientos tienen la finalidad de que las empresas operadoras ganadoras de un contrato o asignación, cumplan con los objetivos económicos, administrativos, de seguridad, ambientales, y de aprovechamiento descritos en las licitaciones que llevan a cabo la CNH y la SENER. Al comparar el modelo regulatorio de México con los modelos implementados en Estados Unidos de América, Reino Unido y Noruega, se deduce que el modelo mexicano tiene fortaleza y un buen fundamento jurídico que permite visualizar buenos resultados, y que tiene como base las experiencias y prácticas utilizadas por estas naciones.