Las cargas eólicas y sísmicas son las dos formas más comunes de excitación dinámica lateral que experimentan los edificios de gran altura. Un diseño eficaz debe garantizar la seguridad de los componentes estructurales y no estructurales de un edificio frente a ambos tipos de cargas.Las estructuras de edificios de hormigón armado están formadas por elementos horizontales (vigas y losas) y verticales (pilares y muros) que se mantienen unidos por una cimentación. La estructura es susceptible a cargas como el peso propio, la carga viva, la carga de viento y la carga sísmica, entre otras. Normalmente, la resistencia estructural de la losa y los muros de ladrillo no se tiene en cuenta en el estudio de la estructura. En general, se supone que el apoyo de los cimientos es articulado o permanente, mientras que los cimientos transmiten la carga al medio del suelo, que se asienta (verticalmente) en función de las cargas de la estructura y de las propiedades del medio del suelo, generando presiones adicionales en la estructura. Sin embargo, debido a la complejidad del análisis estructural, esta influencia suele pasarse por alto. En primavera, se intenta evaluar la construcción teniendo en cuenta el suelo de cimentación como medio de suelo arcilloso y de roca blanda.
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