El ARN mensajero se convirtió en el centro de la investigación en medicina molecular, ya que es una molécula no tóxica que permite la expresión transitoria de caproteínas en prácticamente todos los tipos celulares, incluidas las células dendríticas. Los principios en los que se basan las vacunas de ácidos nucleicos tienen su origen en el dogma central de Watson y Crick: que el ADN se transcribe en ARNm, que a su vez se traduce en proteínas. El ARNm se produce sintéticamente y se formula en vacunas. En la síntesis de vacunas de ARNm, los transcritos de ARNm se purifican mediante cromatografía líquida de alto rendimiento (HPLC) para eliminar contaminantes y reactivos. Los ARNm se traducen en los antígenos correspondientes tras ser inoculados en las células huésped, imitando la inmunidad humoral y la inmunidad celular similares a la infección vírica. Las vacunas de ARNm optimizadas deben cumplir el requisito de que la inmunidad innata esté totalmente activada para iniciar la inmunidad adaptativa. El primer candidato a vacuna lanzado a ensayos clínicos es una vacuna de ARNm administrada a través de nanopartículas lipídicas. Esta ventaja determina la rápida respuesta inmunitaria tras la administración del ARNm. Vacuna de ARNm ampliamente utilizada para enfermedades infecciosas.
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