En los últimos cinco años, en nuestro país, ha existido un incremento de la producción audiovisual de televisión y cinematografía. Estas dos ramas tienen muchas características en común en torno a la producción, desarrollo y edición de sus contenidos que evolucionan y progresan según los avances tecnológicos. Por un lado se encuentra el cine, que por fomento gubernamental creó el Consejo Nacional de Cinematografía del Ecuador CNCINE para apoyar al desarrollo y crecimiento del séptimo arte. En el 2014 hubo un total de 19 producciones que llegaron a las principales salas de cine comerciales del país y se convirtió en el año donde más películas se estrenaron. No obstante el público ecuatoriano no respalda favorablemente al cine local por lo que la recaudación y las ganancias económicas de estas producciones son escasas. Por otro lado se encuentra la televisión, que a causa de la Ley de Orgánica de Comunicación, aumentó la transmisión de programas nacionales y está obligada a publicar contenidos alejados del racismo, la violencia y la discriminación. Sin embargo, en las parrillas de programación, existen espacios televisivos que atentan contra la moralidad de los espectadores.