El proceso de muchos sistemas de ingeniería da lugar a la producción de calor. Esto puede causar un sobrecalentamiento y provocar el fallo del sistema. Para mantener el sistema en estado estacionario, el calor generado dentro del sistema debe disiparse a su entorno para mantener el sistema a las temperaturas de trabajo recomendadas para que funcione de forma constante y eficiente. Los dispositivos como transformadores, frigoríficos, tubos de sobrecalentadores de calderas, serpentines de condensadores, componentes electrónicos, compresores y motores refrigerados por aire, etc., utilizan finas tiras de metal llamadas aletas que sirven para disipar el calor a los alrededores.
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