Una madrugada de principios del año 1.799, un grupo de gendarmes al servicio de la corona española irrumpió brutalmente en la casa de un ciudadano de La Guaira; luego de golpearlo salvajemente, lo internaron en una de las oscuras mazmorras que la colonización española mantenía en aquella ciudad portuaria de la costa meridional de América, en lo que hoy es Venezuela. Poco tiempo después, tras un juicio sumarísimo, aquel hombre era condenado a ser sacado de la cárcel arrastrado a la cola de una bestia de albarda para ser conducido a la horca. Posteriormente se le cortaría la cabeza para ser llevada en jaula de hierro al puerto de La Guaira y expuesta en lo alto de una viga de 30 pies; su cuerpo descuartizado, y cada uno de los cuartos, expuestos en similares condiciones en los sitios emblemáticos de su acción. ¿Por qué tanta saña? ¿Cuál fue el delito de este hombre?