Enfocarse sobre un objeto cualquiera permite detener el procesado mental, causar una interrupción del continuo fluir mental y poder observar el espacio que existe entre dos pensamientos y proceder a expandir este espacio de Vacuidad. En medio de este profundo silencio mental se obtiene autoconciencia, se apercibe al Ser, a la Conciencia Pura, se vive por dentro del presente atemporal y la mente se abre a la percepción de lo desconocido. Así "per saltum" se trasciende el yo ilusorio apegado a la memoria episódica y a los conceptos mentales reiterados y nos abrimos a la experiencia de lo nuevo. Estimulada por la percepción de la novedad, la atención se encuentra sobre su punto máximo y la concentración fluye ininterrumpida sin fatiga alguna.Todo lo que hay por debajo del sol es efímero, transitorio, sólo el Ser es permanente, inmutable, Absoluto, autosuficiente, autoexistente, ilimitado, fuente de toda realidad. Renunciar al yo de limitación identificado con el cuerpo físico, con el ego y realizar el propio Sí mismo es imperativo, es todo lo que hay que hacer, todo lo demás es secundario.