El trabajo analiza el conjunto de estrategias y de recursos de vida implementadas por un grupo de 110 familias de los sectores medios residentes en la ciudad de México, a partir del impacto que tuvo en la economía mexicana la instrumentación de una serie de programas y de políticas económicas de corte neoliberal, así como también los efectos dejados por la crisis económica de 1994. Este es un sector de la población poco analizado en el seno de la antropología mexicana, ya que el interés de ésta tradicionalmente se ha enfocado al estudio de los sectores pobres y marginados (indígenas, campesinos y obreros. Sin embargo, aquí el autor hace un registro de la vida cotidiana de estas familias, que pasaron de la prosperidad laboral a la vulnerabilidad y exclusión económica y social en un periodo muy corto de tiempo como resultado del impacto de la reestructuración económica y la crisis. Con las técnicas tradicionales de la antropología (trabajo de campo, historias de vida y entrevistas a profundidad), el autor presenta el nuevo rostro de familias antes privilegiadas y hoy colocadas en situación de pobreza y exclusión.