Desde los años 30, la maloclusión de clase II se beneficia de los aparatos funcionales. Estos aparatos alteran la disposición de varios grupos musculares para corregir la posición de la mandíbula para salir de la desarmonía esquelética. Estos aparatos se han dividido a grandes rasgos en aparatos funcionales removibles y fijos. Los aparatos funcionales fijos, también conocidos como "correctores de Clase II no conformes", han ganado mucho terreno en los últimos años. Con ellos en uso, la duración del tratamiento se reduce en 6 meses. Se dividen en aparatos rígidos, flexibles e híbridos. Los aparatos funcionales fijos rígidos restringen los movimientos mandibulares y los aparatos funcionales fijos flexibles tienen una mayor frecuencia de rotura. Para superar estos inconvenientes, han aparecido los aparatos funcionales fijos híbridos (HFF). Los aparatos HFF ofrecen las ventajas de los anteriores, eliminando así su inconveniente. Los avances recientes también han llevado a la improvisación con el uso de aparatos HFF. Este libro ofrece una visión general de los diferentes aparatos HFF hasta la fecha con sus consideraciones de uso, modo de acción, efectos biomecánicos y avances en este campo.
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