En muchos casos de negligencia médica se encuentran fallos en los tribunales, simplemente porque los pacientes lesionados no pueden presentar pruebas que demuestren el punto de partida de la norma de la profesión médica o la norma del servicio médico que han recibido del médico y del hospital. La doctrina Res ipsa loquitur (la cosa habla por sí misma) o los hechos hablados por sí mismos que pueden aplicarse en los casos de negligencia médica en el tribunal, aunque esta doctrina no garantiza ninguna victoria en todos los casos para los pacientes. Según los resultados de esta investigación: 1) se constata que con el funcionamiento de la doctrina res ipsa loquitur, la carga de la prueba comienza a desplazarse hacia el que es capaz de dar una explicación completa y hacer que la prueba se haga responsable; 2) la res ipsa loquitur debe aplicarse a los casos médicos, porque el paciente es tratado injustamente, si se le quitan sus derechos a utilizar esa doctrina; y 3) la res ipsa loquitur ayudará al paciente lesionado porque no tiene ningún conocimiento médico sobre lo que está sucediendo. Si no se permite al paciente utilizar esta doctrina, debe considerarse como una discriminación injusta.
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