En Colombia, en el Distrito Capital el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), está constituido en dos grandes fases: la formulación que incluye el diagnóstico, evaluación y prospectiva, y la Implementación la cual considera la instrumentalización, aprobación, seguimiento y control. El Ordenamiento Territorial como instrumento de planificación y gestión permite orientar el proceso de ocupación, utilización y transformación del territorio pero dicho planteamiento es ambiguo en esclarecer si el ordenamiento con sus consideraciones de tipo social y ambiental es el que determina el desarrollo o es el ordenamiento con los intereses económicos y de mercado el que determina dicho desarrollo. De igual forma la fase de implementación del POT es aún escasa. En respuesta, se propone la aplicabilidad del enfoque agroecológico como el paradigma del análisis ambiental que considera los espacios de producción y los espacios de conservación coexistan, que cambia la premisa que los espacios de producción y de conservación son diferentes, como forma de explorar escenarios posibles y trascender de la formulación a la implementación de los planes de ordenamiento territorial.