La espiral de la educación en la formación médica tiene como objetivo la adquisición de la competencia profesional. Si bien los conocimientos teóricos y las habilidades técnicas son esenciales para la práctica, la competencia clínica también incluye muchos otros atributos, como las habilidades interpersonales, la recopilación de datos relevantes a partir de la entrevista y la exploración física, las habilidades de resolución de problemas y el razonamiento clínico.La simulación permite el aprendizaje en acción, la reflexión y la retroalimentación. Todos estos factores sugieren que la simulación puede contribuir positivamente a optimizar el proceso de razonamiento clínico y a mejorar la calidad de la atención.
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