El inicio de una depresión es rápido. Se produce en unos pocos días. Se empieza a dormir mal y se siente cansancio general acompañado de mucha tristeza. Suele producirse por un hecho desencadenante: la muerte de un ser querido, la separación matrimonial, la pérdida del trabajo, la enfermedad propia o ajena, etc. Pero a veces no hay motivo aparente alguno. La etiología, revisada continuamente desde Hipócrates, está aún por aclarar. Pudieran haber factores genéticos, pero también es corriente encontrar factores ambientales. En algún momento nos ha afectado a todos. Todos nos hemos sentido alguna vez con el ánimo deprimido. En la mayoría de las ocasiones se disipa a los pocos días, pero en otras, penetra tan profundamente, que puede llegar a tener una intensidad letal.