Los problemas emocionales y de conducta en población infantil y adolescente representan aproximadamente el diez por ciento del registro oficial de las instituciones educativas en México, que afectan directamente el rendimiento escolar y el funcionamiento familiar, siendo un fenómeno no solamente individual de conducta el que hay que estudiar, sino diversos elementos que conforman una red o sistema de interacciones social, cultural, de la población determinada por un macrosistema educativo que ha condicionado diversos valores, principios, conductas, ideas y formas de ser alumno, maestro y padre de familia en relación a procesos de aprendizaje escolar. Los problemas emocionales y de conducta pueden ser estudiados desde distintas perspectivas, en este caso una postura de corte cualitativo permite identificar esos elementos mencionados.