En el marco de una inédita relación tierra-territorio, cada vez mas imprescindible de tomar en cuenta, y, considerando la vulnerabilidad ambiental de la urbanización actual expresada actualmente en el cambio climático, los programas de investigación son cada vez más globales; por ello, la plataforma teórica desde la cual identificamos estas señales de mutación, se ha complejizado y tal vez haya que cambiar de enfoque hacia la problemática de dimensión territorial primero que todo. En esta tarea de comprender un proceso de transformación territorial, la condición metropolitana es una coyuntura de orden prioritario, y esto implica superar la actitud pasiva de leerla como una situación inevitable que sufrimos, sino como un problema que necesita ser proyectado. Y, este reto tiene dos aspectos: diversificar las estrategias de intervención en un marco proyectual complejo e integrado mas allá de los planes indicativos de finales del siglo XX, y, darle a la arquitectura la posibilidad derecuperar milenios de exploración en el ordenamiento de las ciudades y tener confianza que será capaz de incidir positivamente sobre un territorio mutante e inédito.