México inició el siglo XX como un país rural, lo terminó como uno urbano y comenzó el siglo XXI con una clara tendencia a convertirse en un país metropolitano. Las primeras zonas metropolitanas del país fueron identificadas en 1940: México, Monterrey, Orizaba, Tampico y Torreón (Unikel, 1976). En 2005 hay 56 zonas metropolitanas en las que habita 56% de los mexicanos y donde se produce alrededor de 70% del producto interno bruto (PIB) del país. En el caso del estado de Hidalgo el fenómeno de metropolización se presentó recientemente. Jaime Sobrino (1993) identificó en 1990 la zona metropolitana de Pachuca (ZMPa), en el año 2000 el fenómeno metropolitano se encontraba además en Tulancingo y Tula (SEDESOL, CONAPO e INEGI, 2004 y 2005). Actualmente el fenómeno ha alcanzado dimensiones que sobrepasan la capacidad de las autoridades para dirigirlo, gobernarlo y administrarlo de forma eficaz y eficiente. Lamentablemente, el caos de las metrópolis mexicanas es un hecho palpable.