El asociacionismo es un producto de la modernidad y de la disolución del antiguo régimen europeo; las últimas décadas del siglo XIX representan un momento estelar en la historia de Maracaibo, favorecido por una serie de eventos que maduran de manera definitiva en estos años. En ese contexto irrumpe la cultura asociativa como expresión del nivel de desarrollo ideológico e intelectual que habían alcanzado los actores del espacio público zuliano de la época, con un alto sentido de conciencia acerca de su papel de dinamizadores del proceso de construcción de una sociedad sustentada en los valores de modernidad que imperaban en el mundo, circunstancia que refuerza el sentido de identidad regional que, aún hoy día, distingue a sus habitantes.