Se puso en juego la sostenibilidad ambiental en primer lugar con la presión sobre la tierra que históricamente ha caracterizado el conflicto social colombiano. En segundo lugar al disponer los recursos naturales en el mercado internacional con la actualización de los compromisos del país con la globalización, lo que hace el balance aún más desfavorable. Esto afecta la sociedad colombiana en su conjunto, en etapas sucesivas iniciadas en la población rural con el debilitamiento de los ecosistemas, con la reducción de la capacidad productiva de los suelos, como también la producción de agua, que lleva a la cada vez más alejada seguridad alimentaria, que constituye el umbral de una de las catástrofes sociales del tercer mundo. En este sentido se ha producido un hecho fundamental que es objeto de la bioética. Considero como un eje central en esta problemática la ausencia de la directríz responsable de la ciencia, que como proceso social emerge de la observación, la abstracción, el lenguaje y la extensión como sustrato en la formación de democracia.