Uno de cada diez estudiantes tiene problemas de aprendizaje o bajo rendimiento académico (sin deficiencia neuropsicológica), producto de vacíos en el conocimiento en temas académicos, más la ausencia de habilidades cognitivas y meta cognitivas en el estudiante. La psicología con su desarrollo en tecnología conductual, explica este hecho en la ausencia e irregular forma de realizar conductas y hábitos escolares, originado por la dificultad del ambiente para realizar estimulación, entrenamientos, refuerzos continuos y un acompañamiento apropiado. Para demostrar esta hipótesis se ha realizado un estudio cuasi-experimental con tres grupos de investigación (bajo rendimiento, fracaso escolar y control), los cuales se han intervenido con un programa de economía de fichas para la estructuración de hábitos, los resultados demuestran la modificación del hecho pasando de bajo a alto rendimiento. El estudio demuestra que con una estrategia de acompañamiento de alta frecuencia y continuos refuerzos físicos y afectivos, el estudiante mejora sus habilidades académicas y permitiendo recomendar a la comunidad académica a realizar réplicas del estudio y aumentar la confiabilidad de la técnica.