Este libro es una reflexión crítica sobre los fundamentos no racionales de la obediencia partiendo de las categorías: Banalidad del Mal de H. Arendt y la de Alienación en H. Marcuse. Este tipo de obediencia, restrictiva de la praxis humana, se caracteriza por seguir órdenes de la autoridad sin reservas. Se diferencia de la obediencia constitutiva de la libertad en la acción pública. Se analiza el término Banalidad del mal, introducido por Hannah Arendt, que caracteriza a un funcionario nazi que cumplió órdenes eficientemente sin juzgar las consecuencias de sus acciones a la par de ser un "buen padre de familia"; se complementa el término con la categoría Mal radical, que la pensadora utilizó para mostrar que los regímenes totalitarios convierten a los hombres en superfluos. Se compara esta categoría con el concepto de Alienación en H. Marcuse, quien amplía el término que originalmente acuñó K. Marx, y que el filósofo conceptualiza como racionalidad opresiva. Ambos pensadores divergen en la fundamentación teórica que exponen sobre la obediencia no racional y coinciden en la deshumanización en el contexto sociopolítico.