El uso de biopreservantes como microorganismos benéficos y sus metabolitos, puede ser útil para extender la vida útil de alimentos, reduciendo o eliminando la supervivencia de bacterias patógenas e incrementando la calidad general del alimento. Una nueva estrategia a desarrollar para la preservación de vegetales frescos estaría dirigida a mantener el equilibrio en la dinámica de las poblaciones microbianas, favoreciendo un control bacteriostático frente a aquellos métodos bactericidas.