La investigación en educación debe orientarse principalmente a responder la formación de valores éticos en la población, con el fin de transformar a los educados en personas capaces de convivir con respeto, solidaridad y competencia en un mundo globalizador, donde la individualización y la falta de principios de respeto al prójimo y al mundo que nos rodea, ha sido reemplazada por el individualismo y el materialismo. Los educadores e investigadores tienen el reto de diseñar investigaciones con avales éticos emitidos a partir de los Comités de Ética de la Investigaciòn de cada país, respetando las características culturales y sociales de las regiones. El rescate de valores culturales, así como las nuevas proyecciones educativas, deberán enfocar su trabajo en la construcción de una educaciòn inclusiva enmarcada en el respeto a las normas investigativas vigentes.