En el suburbio londinense de Ascot murió el 23 de marzo de 2013, un famoso empresario ruso deshonrado, Boris Berezovsky, a quien se le diagnosticó "depresión clínica". Los que descubrieron el cuerpo en la bañera de Boris Berezovsky llamaron inmediatamente a una ambulancia, pero los médicos que llegaron a la mansión en Askot no pudieron bombear al oligarca de 67 años, declarando su muerte. El exceso de fondo radiactivo en la casa de Berezovsky no fue detectado. Los expertos en sustancias químicas, bacteriológicas y radioactivas, que realizaron acciones de investigación, llegaron al lugar de la muerte de Berezovsky. Como se supo, poco antes de su muerte Berezovsky supuestamente envió una carta a Putin, pidiendo perdón y expresando su deseo de volver al país. Numerosos pleitos y deudas obligaron al oligarca a vender su propiedad.
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