La salvaguarda de los derechos fundamentales y humanos constituye una gran preocupación para los estado modernos, más allá de estos, los organismos transnacionales que velan por ellos, alcanzan cada vez mayor relevancia, su crecimiento deviene en mayor tutela hacia tales derechos, respecto del sinnúmero de vejaciones de que son objeto millones de personas en el día a día; no puede desestimarse la gran importancia de la existencia de tales organismos y su evolución en aras la búsqueda de un mundo en el que los derechos fundamentales salgan del papel y se visualicen en los seres humanos cuya salvaguarda pretenden. Los estados deben sentir el peso de una tutela más allá de sus fronteras que supervise el cabal cumplimiento de los tratados internacionales más relevantes en materia de derechos humanos. El caso de México, habla de un camino largo y lento hacia una real tutela de estos derechos, sin embargo existe la voluntad legislativa y jurisdiccional de alcanzarla, aunque la misma esté aun en construcción.