De ninguna manera es fácil para ningún antólogo, reunir y clasificar poemas al gusto de todos, y mucho menos los poemas que incluyo en este libro, y cuando los gustos poéticos son tan diversos e infinitos, y cuando las diferentes tendencias son tan disímiles, fecundas... y a veces estériles y caprichosas... hasta llegar al relajo y lo escatológico. Es un trabajo que se ha hecho con gran emoción pero desapasionadamente, para regar la semilla fértil de la buena poesía y ponerla a disposición para que los jóvenes y aprendices la cultiven y para que los lectores de poesía se embriaguen en este lagar fluente de metáforas y de vino añejado con versos de inmensa belleza y plasticidad, que alcanzan la música de las musas y el sonido onomatopéyico de los versos y poetas que las inspiraron. Y todo por una pasión a la poesía y un gran amor al arte.Y en honor a la elocuente brevedad, puesto que el libro sólo consta de algo menos de dos centenares de páginas, en las que desde luego debe haber omisiones voluntarias e involuntarias, y que además no es posible a ningún autor escudriñar el torrencial poético e infinito en su totalidad, y seguramente habrán hermosos poemas que se le escaparon al autor, bellos poemas inéditos y poesías publicadas en lujosos volúmenes, en libros sencillos, en suplementos literarios, en revistas y periódicos... que nos ha sido imposible cotejar y conocer, aparte de que la particularidad de esta antología ha sido el corte clásico o neoclásico por excelencia. La diagramación y la levantada del texto, son también un pequeño aporte del autor.Con esta aclaración preliminar, podemos decir que esta singular antología tiene una característica especial que la hace distinta a todas, aparte del contenido clásico y neoclásico, puesto que no solamente he reunido en ella un número considerable de poesía clasificada como bohemia, sino una gran selección de poemas de amor de inmensa belleza y sentimiento. En este volumen incluyo además dos poemas bohemios del poeta francés Charles Baudelaire, y a las grandes poetizas de América como Gabriela Mistral, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou, Delmira Agustini, Julia de Burgos, Beatriz Castelblanco de Castro, Dora Castellanos y Dolly Mejía. Además hemos incluido varios Premios Nobel. Y he considerado también que el término antología podría asimilarse mejor a una buena selección, para ser más exactos.Por otro lado, como autor, me he tomado la libertad de incluir en este volumen, unos sencillos versos de mi autoría que en ningún momento he creído que están a la altura de mis maestros y compañeros y amigos poetas, pero que de todas maneras constituyen un sentido homenaje, muy particular, a su majestad la poesía, que aunque hacen parte de este apretado libro, no forman necesariamente de ninguna manera parte de la antología, por delicadeza e inmensa consideración y respeto a los maestros. Mis versos correrán sin padrinos ni amanuenses su propia suerte: Podrán ser pasto de la crítica... o del terrible olvido. Nadie tiene la culpa de no ser poeta y mucho menos de gustarle la poesía. La poesía es la gran anfitriona de la vida. _Viva la poesía!... Queden ustedes, con toda confianza, en el pórtico de este hermoso libro disfrutando plenamente, de este gran banquete de poesía hispanoamericana.El Autor
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