Hablar de lenguas es hablar de vida, de pueblos y de sus miedos, de sus penas y sus alegrías, de sus tabús, de lo permitido y lo prohibido, de lo que no es y debería ser, de lo que fue y ya no es, mucho más allá que el mero significado de las palabras que las componen. Cuán fácil sería adentrarse en las inmensidades de un idioma si todo fuera literal, si "triste" fuera siempre "triste" y no hubiera ni un solo matiz más que pudiera apuntillar lo que todos entendemos por este vocablo. Pero, no, si hay algo que define al ser humano como tal es el lenguaje, la capacidad de decir las cosas casi de tantas formas como hay personas, y es que el idioma es lo que pensamos y decimos como también es lo que sentimos haciendo uso para ello de toda una gama de figuras estilísticas incluso cuando no se les sepa poner el nombre correcto. Así, metáforas y símiles, exageraciones y analogías, circunloquios y epítetos, elipsis y metonimias, todas ellas forman parte del acervo cultural de cualquier lengua que se precie, y de ella se generan expresiones de todo tipo embelleciéndola las veces que más, adornándola con ingeniosas vueltas de tuerca que varían de un país a otro, de una región a otra, e incluso de una ciudad a otra, formas todas ellas que impregnan la lengua de sabiduría, de tiempos pasados y presentes...
Hinweis: Dieser Artikel kann nur an eine deutsche Lieferadresse ausgeliefert werden.
Hinweis: Dieser Artikel kann nur an eine deutsche Lieferadresse ausgeliefert werden.