Durante los siglos de la Colonia no existió un Tribunal de la Inquisición en el actual Noroeste Argentino. El mismo operaba en Lima. Sin embargo, los ¿crímenes¿ de sortilegio, adivinación y quienes fueron denunciados por dedicarse a la superstición, o las artes mágicas, fueron abordados por un la Justicia Ordinaria. Como se desprende de la documentación original que relevamos en esta zona del Virreinato del Perú, el porcentaje de mujeres involucradas en procesos de carácter inquisitorial fue muy alto, por lo que puede afirmarse que la hechicería en los Andes fue una actividad ejercida predominantemente por el sexo femenino. Estas mujeres fueron sometidas a terribles tormentos que les causaron la muerte.