Es evidente el interés de algunos docentes en Colombia porque los conflictos escolares y los actos de violencia que alteran el clima escolar en las escuelas públicas del país sean tratados desde una pedagogía mediada por las mismas instituciones educativas, que impartan desde sus currículos académicos patrones que autorregulen los comportamientos de los educandos y condicionen las conductas hacía nuevas alternativas de resolución de problemas. No obstante, y pese a las buenas intenciones, los vacíos persisten, y son reducidas- o casi nulas- las estrategias mediadoras que redundan en cambios de conducta y actitud en los estudiantes, y que conllevan a mejores climas escolares.