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Rafael López de Haro fue notario de Blanca desde el año 1902 hasta 1905. De hecho, en 1902 fue el notario más joven de España. Después vivió en otras ciudades como Valdepeñas (Pontevedra), Zaragoza, Barcelona y finalmente Madrid, pero nunca pudo olvidar los años que estuvo en Blanca, un lugar paradisíaco. Escribió muchísimas obras durante toda su vida, y gracias a ellas nos enteramos sobre cómo era la vida diaria de Blanca. Por ejemplo, nos hace saber que en aquellos años aún se cultivaban las peras: Yo no sabía de Blanca, sino que allí se crían naranjos y frutales: "agrio y frutales" se dice…mehr

Produktbeschreibung
Rafael López de Haro fue notario de Blanca desde el año 1902 hasta 1905. De hecho, en 1902 fue el notario más joven de España. Después vivió en otras ciudades como Valdepeñas (Pontevedra), Zaragoza, Barcelona y finalmente Madrid, pero nunca pudo olvidar los años que estuvo en Blanca, un lugar paradisíaco. Escribió muchísimas obras durante toda su vida, y gracias a ellas nos enteramos sobre cómo era la vida diaria de Blanca. Por ejemplo, nos hace saber que en aquellos años aún se cultivaban las peras: Yo no sabía de Blanca, sino que allí se crían naranjos y frutales: "agrio y frutales" se dice en los títulos de propiedad. En una frutería de la calle de peligros veía con frecuencia un marbete anunciando "peras de Blanca" sobre el montón fragante de una especie de pomas de forma alargada, amarillas con rubores de carmín. La construcción de la línea ferroviaria supuso una gran ayuda al transporte. Además, gracias a esto también observamos que el pescado de la costa cantábrica podía llegar en fresco, espolvoreado con sal o rociado con limón. Esto implica que ya en estos territorios se usaba el limón, y Blanca solía vender sus limones con ayuda de los arrieros. Sin embargo, ahora con esta red ferroviaria, desde 1864 la venta de limón podía cubrir gran parte del país. Esta vez la novela de López de Haro no trata sobre Blanca, sino sobre Ricote. O sea, mientras el notario prestaba su servicio a la gente de Ricote, también tuvo tiempo de conocer a fondo el pueblo y sus costumbres. Pero no te diremos nada más. Ahora es el lector quien, con la novela "El salto de la novia", puede dar a su imaginación la oportunidad de conocer la vida en el Valle de Ricote alrededor del año 1900.