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Este libro se centra en la forma en que el cambio climático puede provocar conflictos violentos entre los agricultores y los agropastores de Burkina Faso. Evalúa la percepción que tienen los agricultores de los indicadores de cambio y variabilidad del clima, identifica y analiza las causas de los conflictos violentos entre estos grupos; igualmente evalúa los impactos de estos conflictos violentos en el bienestar de las comunidades. Para ello, se realizaron entrevistas a los hogares (100) y debates en grupos de discusión. Los resultados mostraron que los agricultores tienen una buena percepción de los indicadores del cambio climático, pero sus conocimientos autóctonos sobre la predicción de la estación han sido cuestionados. El cambio y la variabilidad del clima están afectando a la degradación de la tierra y a la salud del ganado. La diversificación y la movilidad del ganado son las medidas de adaptación de los agropastores, mientras que los agricultores están cada vez más interesados en la producción ganadera. La frecuencia y la gravedad de los fenómenos climáticos extremos están aumentando la inseguridad de los agricultores a la hora de utilizar los recursos naturales. El estudio concluye que el cambio climático no es una causa fundamental de estos conflictos, sino un factor que los agrava. Las causas fundamentales de estos conflictos son socioeconómicas y políticas.