Camp de mar: un poema
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Escritor aclamado por crítica y público, Martin Amis es también un entusiasta confeso de los videojuegos que en sus años mozos le arrastraron irremisiblemente por todas las etapas de videojuegodependencia: la exaltación de la última cabina puesta en circulación, la búsqueda frenética de la sala de juegos más cercana, los trastornos del sueño.De esta apasionada experiencia nace la crónica de una adicción, La invasión de los marcianitos, un libro único en su género. Guía detallada de -y prodigio de hilarante erudición sobre- los orígenes de los videojuegos, pero vívido y desp...
Escritor aclamado por crítica y público, Martin Amis es también un entusiasta confeso de los videojuegos que en sus años mozos le arrastraron irremisiblemente por todas las etapas de videojuegodependencia: la exaltación de la última cabina puesta en circulación, la búsqueda frenética de la sala de juegos más cercana, los trastornos del sueño.De esta apasionada experiencia nace la crónica de una adicción, La invasión de los marcianitos, un libro único en su género. Guía detallada de -y prodigio de hilarante erudición sobre- los orígenes de los videojuegos, pero vívido y despiadado retrato también de la sociedad de principios de los años ochenta; época en la que la tecnología, la información y la fascinación por el espacio comienzan a formar parte de la vida cotidiana de la gente. Juegos que ejercerán su influencia, incluso, sobre la propia concepción de la geopolítica interestelar; pero, sobre todo, ofrécese en sus páginas la historia profética de un niño cuya infancia es revolucionada por el advenimiento de los invasores del espacio.Malpaso publica por primera vez en España este objeto de culto del autor británico, escrita en el '82 y de cuya existencia apenas se tiene noticia en el resto del mundo. Un nuevo diseño y una serie de extraordinarias fotografías contribuyen a hacer de esta edición un artículo valioso para aquellos que han jugado al menos una vez o Pac-Man [comecocos] y/o insertado un cartucho en una consola de Atari, y para todos aquellos que simplemente se criaron en los extravagantes años 80 y desarrollaron tan saludables adicciones. Introducción de Steven Spielberg: Prólogo de José Antonio Millán.
