La incidencia de las infecciones fúngicas invasivas (IFI) causadas por patógenos inusuales va en aumento, en parte impulsada por el incremento de la población de pacientes inmunodeprimidos. El emergente hongo patógeno multirresistente Candida auris (Auris significa "oreja" en latín) ha supuesto una grave amenaza y una fuente de preocupación como agente de infecciones asociadas a la atención sanitaria. Algunas cepas aisladas son multirresistentes a las principales clases de fármacos antifúngicos convencionales. Además, su identificación mediante los protocolos de laboratorio estándar apenas está probada. Muchas de estas cepas se han confundido con otras levaduras como Rhodotorula glutinins, Saccharomyces cerevisiae o Candida heamulonii. De hecho, se requiere un procedimiento de laboratorio especializado para su correcta identificación, como las técnicas moleculares basadas en la secuenciación de la región D1-D2 del ADNr 28s o la Ionización por Desorción Láser Asistida por Matriz (MALDI-TOF). Una identificación errónea podría dar lugar a un tratamiento inadecuado. Además, C. auris tiende a causar brotes en entornos sanitarios, como ya se ha informado en varios países del mundo.
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