Formas de trabajo más flexibles para México han permitido bajo la informalidad consolidar un espacio para que colectivos de trabajadores accedan con mayor facilidad a los procesos productivos a expensas de estabilidad del empleo y los beneficios que otorga la precaria seguridad social del país. Esta obra muestra que el nivel salarial formal-informal se fija de forma independiente y responde a factores de productividad y de asignación en función de su propio entorno económico y laboral. Los resultados empíricos muestran que durante la década de los Noventa y principios del nuevo milenio el sector informal ha otorgado premios crecientes a trabajadores cada vez más calificados y con mejores percepciones, siendo hoy en día un colectivo laboral que opera de forma independiente del formal. La evidencia advierte que la presión fiscal y cumplir con la seguridad social no estimulan el empleo formal para el individuo con alto nivel de calificación, provocando que se emplee en actividades por cuenta propia informal. A idéntico nivel de aptitudes el premio salarial ha sido en favor del sector informal en los salarios bajos y recientemente el premio se trasladó hacia las rentas altas.