El consumo de suelo y arcilla, la geofagia, está muy extendido y es conocido por una gran variedad de flora vertebrada e invertebrada, incluida la humana. Existen varias hipótesis no excluyentes. Para explicar el funcionamiento y la prevalencia de la geofagia entre los humanos y los primates no humanos, la conclusión común entre estas hipótesis es que la geofagia se describe por una necesidad fisiológica. Para la automedicación y la suplementación de las deficiencias minerales, ya que la mayoría de los estudios de geofagia no cuantifican la absorción y el uso por parte de los animales, la correlación directa entre el uso del suelo y las características del mismo se vuelve inalcanzable. Este trabajo ha intentado arrojar mucha luz sobre las características del suelo utilizando procedimientos de extracción secuencial. Las ventajas obvias de tales procedimientos, permiten juzgar las prioridades de la lixiviación de elementos de las lamas naturales y la disponibilidad de elementos intercambiables y no intercambiables. El trabajo también proporcionó hallazgos convocantes que apoyan algunas de las hipótesis sobre la geofagia entre los herbívoros de la vida silvestre es todavía un vergin, área de la localidad de Alkuma del norte de Darfur.