La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por cambios neuropatológicos degenerativos progresivos, con un deterioro global asociado al funcionamiento cognitivo. La secuencia patológica comienza en las estructuras del lóbulo temporal medio y luego regresa a frontales, temporal y parietal, con preservación relativa de las regiones motorascorticales, sensoriales y regiones subcorticales. Se han presentado diferentes hipótesis que demuestran que entre un 10 y 20 por ciento de los casos de Alzheimer la enfermedad es de origen genético y que el 80 % restante está relacionado con factores de riesgo modificables: baja reserva cognitiva, Hipertensión, diabetes mellitus tipo 2, tabaquismo, consumo de alcohol, obesidad.