Las arcillas expansivas sufren cambios volumétricos muy bruscos en presencia y ausencia de agua, sinónimo de inestabilidad que se ve reflejado en problemas técnicos y económicos. La ciudad de Los Mochis, Sinaloa, México, cuenta con un porcentaje alto de arcillas que ha sido un reto para los ingenieros construir sobre el suelo inestable. Se han hecho estudios con diferentes técnicas de estabilización de suelos con diferentes materiales, tales como la cal, cemento hidráulico, fosfatos, sales de aluminio y recientemente los polímeros. En esta investigación se utilizó el polímero cloruro de dialil dimetil amonio (DADMAC), que generalmente es utilizado como un polímero floculante para tratamiento de aguas.